¿Quién no ha oído hablar de Los Sanfermines?
Del 6 al 14 de Julio de cada año se celebran las fiestas de San Fermín en Pamplona (Navarra), tradición de muchos años que crece en actos, espectáculos y asistentes, y cuyas principales características son la alegría, diversión, bailes, etc.., con una organización cada vez mejor debido al número creciente de asistentes (sobre el millón de personas durante la semana). No es sólo gente vestida de blanco con pañuelo rojo. La ciudad se prepara para recibir a locales y miles de turistas que persiguen el mito de los encierros. Posiblemente sea la fiesta más importante de España.
Pero, quién es este santo al que tantas personas veneran y ofrecen cánticos antes de cada encierro durante estas fiestas? …. La leyenda cuenta que Fermín era hijo de Firmus, senador de la ciudad romana de `Ponmpaelo´, actual Pamplona. Nació en la capital navarra en el siglo III (año 272). Firmus confió la educación de su hijo al presbítero Honesto, que convirtió al cristianismo a toda la familia. Fermín se marchó a evangelizar las Galisas y con 24 años fue consagrado obispo en Toulouse (Francia). Fue el primer obispo de Pamplona y misionero cristiano. El gobernador romano Sebastián, para recuperar el culto a Júpiter y Mercurio, ordenó que Fermín fuera encarcelado y, finalmente, acabó degollado con un sable a los 31 años de edad, después de haber bautizado a miles de personas. Es el patrón de Navarra, que no de Pamplona, que lo es San Saturnino o San Cernin, compartido con San Francisco Javier. Y también es patrón de las cofradías de boteros, vinateros y panaderos.
San Fermín tiene su origen en el Medievo, cuando surgió como una feria y fiesta secular, usando para ello las fechas de fiestas religiosas cristianas. La feria, al ser un lugar de encuentro de ganaderos, dio lugar a las corridas de toros. Así nacieron, a finales del siglo XVI, los primeros Sanfermines que se han convertido, con el paso de los años, en una de las fiestas más importantes del país. Hay que apuntar que desde finales del siglo XIV hay constancia de corridas de toros en la ciudad, y desde el siglo XVI se conocen datos sobre las diversiones con los toros, como parte fundamental de las fiestas en honor al santo. Durante décadas se celebraba el 10 de Octubre, pero en 1590 la fiesta fue trasladada al 7 de Julio. Los Sanfermines que hoy conocemos son la suma y condensación de tradiciones, costumbres, hábitos y fenómenos diversos de distintas épocas, con un acto inicial del chupinazo que tan sólo tiene décadas de tradición.
Cada fiesta tiene su propio inicio de fiestas. En Sevilla es el alumbrado, en Valencia, la mascletá y, en Pamplona está el chupinazo, el día 6 de Julio a las 12:00 horas (tradición que tiene su origen en el siglo XX) y que se lanza desde la casa consistorial. La Plaza del Ayuntamiento parece multiplicarse en extensión cuando se llena de gente minutos antes del cohete. Es algo único. Toda la superficie se tiñe de blanco y rojo, esperando el discurso y el chupinazo que darán el inicio a las fiestas. A partir de ese momento, la diversión y el desenfreno inundan la ciudad durante 9 días. Es una transformación total de la capital Navarra, pasando de tener una población de 190.000 habitantes a encontrarse con más de 1.000.000 de personas durante esa semana de fiestas.
Pero el evento más importante dentro de los Sanfermines puede que sea el encierro: una carrera de 848 metros donde los corredores guían a los toros hasta el punto final en la plaza. Los encierros tienen lugar entre el dia 7 y el 14 a partir de las 8 de la mañana, con una duración media de 2 a 3 minutos. Cada mañana, antes del inicio del encierro, los mozos cantan a San Fermín para pedir su protección: “A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro dándonos su bendición”. A lo largo de los encierros escucharemos cuatro cohetes: el primero indica que comienza el encierro; el segundo, que todas las reses han salido del corral y están ya en el recorrido; el tercero, que ha finalizado el encierro; y el cuarto, que los toros están de nuevo en los corrales y ya no hay ningún peligro más. Los encierros son el momento en que los amantes de los toros empiezan a disfrutar de una de las fiestas emblemáticas de nuestro país. Es impresionante recibir en la plaza de toros a los que vienen corriendo con los toros. Esta celebración moviliza cada año a miles de personas de todo el mundo (catalogada de Interés Turístico Internacional) en busca de vivir una de las experiencias más intensas y singulares que existen, correr delante de unos toros salvajes.
Y, para quienes tengan pánico al animal y prefieran quedarse al otro lado de la valla, siempre se puede disfrutar de los `toricos´ que salen por las tardes; de cartón y dirigidos a los más pequeños.
La verdad es que el ambiente de fiesta es muy divertido y la programación de las actividades van desde lo cultural hasta lo más taurino. Pero si eres amante de la tauromaquia, San Fermín es tu sitio. Los toros tienen un papel fundamental en las fiestas, desde su recorrido por las calles de Pamplona en el encierro de cada día, hasta las corridas de toros de la tarde, que acogen a los mejores toreros y ganaderías del gremio.
Durante nueve días, vestidos con el traje blanco y rojo típico, pamploneses y visitantes se dejan llevar por el espíritu festivo que invade las calles de forma constante. La música y el baile se encienden en San Fermín desde la primera hora del día 6 de Julio hasta la madrugada del 14.
Una de las personas que se vio maravillada por los Sanfermines fue Ernest Hemingway, un premio Nobel enamorado de esta fiesta. El escritor escribió sobre esta fiesta nacional en su libro `The sun also rises´(`Fiesta´, 1924), y fue un asiduo visitante de Pamplona durante las fiestas de San Fermín. Sus crónicas periodísticas y su libro fue la mejor carta de presentación de estas celebraciones de cara al extranjero.
Pero estas fiestas no todo son encierros. Habrá muchas actividades y más de un centenar de conciertos, actuaciones y espectáculos, que se repartirán en seis escenarios: plaza de los Fueros, plaza Compañía, plaza del Castillo, Antoniutti, plaza de la Cruz y el paseo de Sarasate.
La música y el baile se encienden en San Fermín desde primera hora del día 6 de Julio hasta la madrugada del 14. No importa que sea de día o de noche, en los bares, verbenas o en plena calle. En cualquier rincón de la ciudad encontrarás un grupo de gaiteros, una charanga, un concierto de los grupos del momento o la música más comercial sonando sin parar en las carpas de la cuesta de Labrit.
La programación de las fiestas ofrece una gran variedad de espectáculos, para la diversión y la recreación con la familia y amigos, con mucha música, fuegos artificiales, conciertos, verbenas, diversiones para niños (diferentes actividades infantiles, desfile de gigantes y cabezudos, títeres y marionetas), procesiones, deportes, teatros de calle, recitales, exhibiciones de danza, etc…
San Fermín acaba el 14 de Julio a las 12 de la noche, cuando la gente se reúne en la Plaza del Ayuntamiento o la del Castillo para entonar el lamento y, con velas encendidas, canta el “Pobre de mí”, despidiéndose de sus festejos hasta el año siguiente.
San Fermín es fiesta, comida, vino, tradición, diversión, hospitalidad, alegría y, ante todo, buen ambiente. Una ciudad con gentes muy generosas, abiertas y acogedoras, que esperan el respeto de los visitantes, para que la diversión sea conjunta. Hablamos de la gente siempre por las calles, riendo, cantando y bailando, y con la música sin parar de sonar. Eso sí, para entender lo que significa el buen ambiente de Pamplona, hay que ir a San Fermín.
Para ello Parkia pone a tu disposición su aparcamiento en Pamplona: Parking Plaza de Toros, pegado al coso taurino, en mitad de toda la fiesta y a mano de todo: encierros, casco viejo, actividades, conciertos …. Parkia te anima a que te acerques por esta ciudad y vivas San Fermín como un pamplonica más.
Deja tu vehículo aparcado con nosotros y vive la fiesta más intensamente. Adelántate a las restricciones de tráfico de estos días en la capital Navarra, que van a favorecer el tránsito peatonal por la ciudad (entrada al aparcamiento por la calle Emilio Arrieta desde la calle Media Luna). Reserva tu plaza con antelación.
Estadounidenses, australianos, japoneses o sudafricanos; no importa de dónde seas, Pamplona es conocida como una de las ciudades más hospitalarias del mundo, y buena prueba de ello es la cantidad de nacionalidades, culturas y religiones que se encuentran en las fiestas de San Fermín.
¡¡El ambientazo está asegurado!! ….¡¡Que no pare la música!!
¡¡Viva San Fermín!! ………. ¡¡Vivaaaaaaa!!